Despertó en medio de la noche y el sudor, frío como el hielo, recorría su cuerpo y las sábanas empapadas le impedían relajarse. Exhausto por sus pesadillas se levantó de la cama de un salto y subió corriendo al desván, para coger su 9mm. y en ese mismo instante le vinieron a la cabeza miles de imágenes y recuerdos, como si de una película se tratara.
Adam, asustado, no sabía qué podía hacer para borrar todos sus recuerdos. Como ex militar de las fuerzas de asalto americanas había visto y participado en muchas guerras; verdaderas batallas campales, en las que todos sus compañeros de la academia habían perecido. Aquella semana no le servían para nada todas aquellas medallas y condecoraciones por haber servido a la patria. Despues de tanto tiempo recordaba uno a uno a todos sus compañeros de barracón; Mike Pain, Jake Sorrow, John Hollow y el mejor tirador de todo E.E.U.U. Simon McFear. Todos ellos habían caído, uno a uno...y todo lo que quedaba de ellos ahora eran cenizas.
No sabía de qué huía esa noche, así que empuñando el arma con una mano y en la otra una linterna se dispuso a bajar las escaleras, cada paso que daba sentía que le acercaba un poco más a la muerte. Pero él, de alguna forma, sabía que aquella noche no marcaba su final.
Tras recorrer toda la casa pudo comprobar que no había nadie más allí y entonces decidió bajar el arma y ponerle el seguro, no quería que pareciera un accidente.
Tras 20 minutos dandole vueltas a su cabeza le pareció encontrar una solución, pero si la llevaba a cabo no tendría una segunda oportunidad.
Así que decidió ponerse a beber Bourbon con un par de pastillas, no quería hacerlo, pero debía...
Despues de tomarse 2 copas y 6 tranquilizantes volvió a su habitación y miró por ultima vez aquellas fotos colgadas de la pared; estaban todos comiendo en una barbacoa, no recordaba que día fué pero, sí recordó el mes y el año, finales de Febrero del 2003.
Habían pasado 6 años... introdujo el cañon en su boca y con lágrimas en los ojos decidió poner punto y final a sus pesadillas. Pero una vez más no podía hacerlo... no sin despedirse de ella.
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